SOBRAN

No quiero aquí a todos esos que vienen a quitaros el trabajo, a comerse vuestro pan, a educar a vuestros consentidos hijos, y a ligarse a vuestras insatisfechas mujeres. Me gustaría que desaparecieran de mi vista toda persona que no comparta vuestra visión sobre dios. Que al abrir los ojos todos los que tienen la piel de otro color estén en otro sitio bien lejos de este país

Tampoco debería compartir espacio con los que calificáis como “raritos” que osan a profanar la sagrada palabra, matrimonio, faltandole así el respeto a la verdad. No me gustaría que estuvieran por estos lugares personas con ideas que intentan desestabilizar los ordenes impuestos desde hace siglos.

Que marchen todas las personas que llaman del sexo “débil”. Expulsen para que no haya que aguantar a ningún pobre transeúnte que afee la imagen de este lugar idílico Que los de otras etnias sigan en su guetos, que los delincuentes sigan en la cárceles Todos fuera: Ni un moro en patera, ni un sudaca, ni un criminal más de los países del este...Todos fuera de aquí, ya.

Me sobran todas estas personas, y me sobran todas los seres humanos, animales, seres animados e inanimados que no sean: los gobernantes de esta ciudad y todos los gobernantes que ha tenido esta nación, Berlusconi, Sarkozy, Merkel, los medios de comunicación, empresarios explotadores, perros obedientes del poderoso... Solo ellos se merecen estar conmigo encerrados en este centro de internamiento que han construido para lo que a la sociedad se le ha presentado como escoria social pueda ser humillada en el más asesino de los silencios.

Así que les pido que por favor que les dejen a todos ellos a solas conmigo en esta prisión de condiciones infra humanas. En mis fantasías más violenta esta el deportarlos a todos a la Antártida y crear con ellos Las Vegas 2 allí. Después me apiado de las focas, los esquimales, los osos polares ¿Que culpa tienen ellos? ¿Que han hecho ellos para merecer tal castigo?

Creo que yo en otra vida debí ser lanzador de cuchillos en un circo, y por eso ahora quiero que ellos hagan de partenair. En vez de cuchillos les lanzare muchos porqués que tengo y que me roen por dentro. Empecemos:

¿Porque deportaron a mi mujer y a mis hijos? ¿Donde están? ¿Saben que al deshacerse de ellos los están condenando a un destino de hambre y muerte sin compasión alguna? ¿por que un tomate puede pasar la frontera sin problemas y yo no? ¿Es que soy menos que un tomate?...

Si yo vine aquí a ganarme la comida y vivir una vida digna, ¿por que tengo que aguantar que me usen como un objeto, como un mulo de carga, ante la pasividad de todos?, ¿es que a nadie a nadie le importa mi situación? No es limosna, no es caridad lo que pido, no señor. Que se respeten mis derechos como ser humano que soy, es lo que yo reclamo.

La memoria y la vista no les alcanza a recordar o prefieren no ver que son sus estados los que han masacrado, expoliado, y ensangrentado al resto de países del mundo. Que también tuvieron que emigrar cuando las cosas se pusieron realmente feas acá Ahora encuentro un sitio inhóspito, hostil contra lo desconocido, condenado a repetir los errores del pasado. ¿Saben lo que es sobrevivir-porque vivir debe ser otra forma de existencia que yo a día de hoy a penas he podido conocer- durante años con miedos continuamente, sin descanso, sin tregua alguna en una eterna lucha por resistir como se pueda en un lugar?, ¿Saben lo que es tener que aguantar abusos por miedo a una denuncia?, ¿Saben lo que es tener que esconderse de la policía?, ¿Vivir en la calle, vivir en la clandestinidad?, ¿Han conocido lo triste que es que tu familia este muriendo a miles de kilómetros sin poder hacer nada?, ¿Que te increpen por tener otra identidad diferente?, ¿A no poder participar como un ciudadano más, sintiéndose así como un verdadero esclavo?...

No se lo deseo a nadie, ni si quiera a ustedes señores gobernantes. Ahora entenderán que ninguno de ustedes podrán nunca representarme a mí. Si porque ustedes han retirado la palabra pobreza de sus discursos. No les interesa ayudar a nuestros países, ¿para que perder ese gran campo de pruebas y experimentos farmacéuticos, armamentísticos, sociales... llamado África? Así que para colmo tengo que soportar que cuando los señores de los medios usen la palabra pobreza vaya siempre acompañada de la imagen de algunos de mis compatriotas muriéndose de hambre entre moscas. Desvalorizando así a mi nacionalidad, teniendo que sentir casi vergüenza de mi color de piel, estando en un constante estado de defensa ante el prejuicio...

Señores de grandilocuentes discursos, veo que se han quedado ahora sin palabras, que extraño que en este instante ya no les salga ninguna palabra, con lo que se les llenaba la boquita de bla, bla, bla y más bla, bla, bla. No, no pero contéstenme, por favor se lo ruego no la evadan, respondan a mis preguntas: ¿Creen que es justo que yo tenga que vivir así? ¿Les gustaría vivir a ustedes de esta manera?

No quiero que nadie este aquí, porque no nos merecemos los marginados socialmente, estar junto a tal calaña social como son la clase política que hemos criado y engordado a golpe de voto en urna Merecemos algo mucho mejor que todo esto, merecemos un sitio donde se nos respete, donde se nos valore, donde no nos clasifiquen al nacer, donde se reconozcan nuestras valías. He pasado muchas horas en soledad ya sea en una habitación-prisión o en un medio de transporte y en todo ese tiempo he reflexionado mucho sobre los que sobran. En el mundo ideal de mi cabeza todo el mundo cabe y todos podríamos convivir. He llegado a la conclusión, de que si alguien sobra en esta ciudad y en todas las ciudades del mundo son los que se aprovechan de las desgracias ajenas, los que juegan con las ilusiones de las personas, los que no tienen más moral ni ética que la que las leyes del mercado les imponen, los que humillan y castigan con su pasividad ante el sufrimiento de otros... todos esas personas son las que me sobran de cada uno de los sitios del ancho mundo.

Ahora tengo clarisimo que mientras existan políticos como Berlusconi y medios de comunicación como Intereconomia no nos quedara más remedio que compartir espacio y tiempo con esa bazofia que viven gracia a la sangre de otros. Lo aguantaremos, pero no como ellos nos dicen en sus discursos moralistas: Con resignación.

No sera esa nuestra arma. Aun nos queda mucho arte, aun tenemos muchos recuerdos, tenemos ilusiones, hemos venidos con la energía que le falta a los jóvenes aborregados de este país y si eso molesta pues habrá que analizar el por que de tal escozor. Pero la vida se abre paso y nosotros no nos pensamos rendir. Estamos aquí y pensamos luchar hasta sus ultimas consecuencias. Preparensen para acoger nuevas ideas.


PS: Primero quiero pedir perdón por hablar una vez más en nombre de otra personas. Este texto difícil de entender por el principio y difícil de asimilar por el final, va dedicado especialmente a todos los que padecen cada día el desarraigo más cruel, y un duro proceso migratorio, pero muy especialmente para todos los que han sufrido y sufren en el miserable centro de internamiento de Capuchinos (Málaga).